viernes, 15 de noviembre de 2013

Expectante, para no despertarse


Por Gustavo Sterger
    
   El sueño de SergioDaniel Urribarri de ser el presidente de los argentinos no está lejos, el tiempo se pasa rápido. Pero en política, no todo es como pensamos, dos años es una eternidad. O alguien recuerda si dos años antes del 2003: ¿alguien sabía o conocía algo del ex presidente Néstor Kirchner? Nadie sabe lo que puede suceder, pero analizando los resultados obtenidos a lo largo de este tiempo, la presidenciabilidad del gobernador es un tema prácticamente saldado en la provincia, nadie discute ni cuestiona las verdaderas chances presidenciales del Pato. El sueño entrerriano, o el sueño del entrerriano está, ni muy cerca ni muy lejos…pero está.
   Nunca, después de Justo José de Urquiza, gran impulsor de la organización nacional y primer presidente constitucional de los argentinos, se habló y ni siquiera se pensó en la posibilidad de que un gobernador de nuestra provincia  pudiese tener  una proyección a nivel nacional de esta índole. Y es que quizás la provincia nunca tuvo un gobernador tan vinculado a los gobiernos nacionales. Pero claro, todavía falta mucho.
Urribarri sueña con ser el sucesor de Cristina Fernandez
  Su carrera politica comenzó hace 28 años. En 1985 fue elegido intendente de la localidad de General Campos.  Entre 1991 y 2003 fue tres veces diputado provincial. En 2003 se desempeñó como Presidente de la Comisión Administradora para el Fondo Especial de Salto Grande. En 2004 fue designado ministro de Gobierno de la provincia, por el entonces gobernador Jorge Pedro Busti. El 18 de marzo de 2007 resultó electo gobernador de la Provincia de Entre Ríos, por el Frente Justicialista para la Victoria, liderado nacionalmente por el entonces presidente Néstor Kirchner. Venció con el 47,02% de los votos, superando al candidato de la Unión Cívica Radical, Gustavo Cusinato, quien alcanzó el 20%. En 2011 fue reelecto al imponerse en las elecciones del 23 octubre con más del 55% de los votos, obteniendo una amplia ventaja sobre el candidato del Frente progresista Cívico y Social, Atilio Benedetti (18,80%), y sobre el ex gobernador Jorge Busti, referente del Frente Entrerriano Federal que quedó tercero con el 18,20%.  
   Así, Urribarri comenzó a gestar su sueño, constituyéndose como el líder indiscutido del Frente para la Victoria en nuestra provincia, tejiendo lazos inquebrantables con el gobierno nacional. Quizás los propósitos que tenía el “pato” hace 28 años no son los mismos de hoy. Quizás no hubiera ni siquiera imaginado la oportunidad que le brinda el contexto político que se vive en el país. Pero ahí está expectante sin querer despertarse.
   Este año, el “kirchnerismo entrerriano”  tuvo dos test importantes para comenzar a delimitar ese sueño. Las PASO, fueron el primer test electoral al que “el sueño entrerriano” fue sometido. Los resultados no fueron tan favorables como los esperados, pero  ante el dramático mapa de resultados del kirchnerismo a nivel nacional, se lo tomó como un triunfo. El triunfo es, si se quiere, al interior del kirchnerismo a nivel nacional. Es un triunfo menor, comparable a los de Tucumán, Chaco o Río Negro.  Fue un triunfo menor de lo esperado, pero triunfo al fin. Y esto, en un mapa de derrotas mayores de las esperadas.
   El segundo test fueron las elecciones legislativas, donde el resultado refleja que el oficialismo provincial logró una holgada victoria, superando por más de 20 puntos a la Alianza Unión Por Entre Ríos y dejando en tercer lugar a una UCR que nunca  encontró la forma de llegar al electorado.  Y en este segundo test, el armado comunicacional conformó una de las claves en las intenciones de avanzar hacia un proyecto nacional. La imagen del gobernador lo fue todo. La idea de campaña era reforzar la imagen del gobernador, y lo logró. “Vota  a Urribarri” rezaban algunos, por no decir todos, los afiches de campaña. El mismo gobernador en los spots nos decía que no quería hablar de él, pero nos pedía seguir apoyando  su “sueño entrerriano” para seguir sirviendo al país.
   Fue uno de los pocos que pudo regalarle a la “Rosada” un triunfo de mucha importancia por la diferencia lograda, en el marco de una derrota que el mismo oficialismo no ve como tal. Sus candidatos tanto en senadores como en diputados tuvieron destacadas performances. Pedro Guastavino,  logró el 46,24%, seguido por la Alianza Unión por Entre Ríos con 25,70%, mientras que en tercer lugar quedó la Unión Cívica Radical con el 19,81% de los votos. Mientras que en diputados nacionales, el escenario no varió demasiado: la principal lista del FPV, encabezada por el ministro de Educación Provincial, José Lauritto, también ganó con el 46,61% seguido por Unión Por Entre Ríos,y en tercer lugar la UCR.
    Siempre fiel al modelo, y cuidando sus palabras a la hora de hablar del 2015, el oriundo de Arroyo Barú sabe que lo miran con buenos ojos desde Buenos Aires. Si hasta se habló de una posible mudanza del primer mandatario provincial a la Jefatura de Gabinete,  que lo posicionaría y lo haría visible en todo el territorio nacional. Es que el “pato”  entró en el corazón de los Kirchner cuando jugó fuerte a favor de la Casa Rosada en el año 2008 durante el conflicto agrario por las retenciones móviles, mientras buena parte de su provincia se prendía fuego en las rutas.
   El peronismo  se encuentra  en un proceso de reacomodamiento a nivel nacional. Los diferentes escenarios provinciales imponen salidas “por arriba” a los líderes, lo que es una manera natural de ordenamiento. Desde Cobos en la UCR, hasta De la Sota, Scioli, Urutubey o Capitanich, todos buscarán un lugar lo más cercano posible al sillón de Rivadavia en 2015, y entonces “el sueño entrerriano” -que tanto anhela quien maneja los hilos de nuestra provincia- es también el bonaerense, el salteño o el chaqueño.
   A pesar de los triunfos en la provincia y de la imagen positiva que tiene “puertas adentro” el actual gobernador de la provincia corre un poco en desventaja. Según una encuesta del especialista  Ricardo Rouvier,  arranca atrás de sus competidores.  Sobre el total de 1200 encuestados alrededor de todo el país, el 90,4% de los encuestados no conoce al mandatario de Entre Ríos, el 7,5 por ciento solo admite conocerlo y el 2,1% no sabe o prefiere no responder.
   Entonces, en el grupo de gobernadores con tendencia oficialista deberán decidir en conjunto diversas cuestiones y esperar que levanten el pulgar desde la “Rosada”. En primera instancia deberán decidir si permanecen en unidad bajo el paraguas kirchnerista; segundo, aceptar que sea Cristina Kirchner quien designe al candidato de la fracción, siendo ella el poder saliente; en tercer lugar, esa elección de Cristina deberá ser Urribarri;  y, por último, deberán aceptar la designación de Urribarri como candidato. Cuatro condiciones muy lejanas, no imposibles, pero tampoco cosas muy “a la mano”. Y luego de esas 4 condiciones, se debe ganar. Todo eso pensando hipotéticamente que el sueño entrerriano dejó de ser propiamente un sueño para convertirse en realidad.
   No es nada fácil, el sueño está ahí, en cada mañana. No es descabellado pensar que Urribarri tiene chances presidencialistas, pero también se entiende que falta mucho tiempo y que en política dos años es mucho, pero no creo que esto le quite el sueño.
   "Si Cristina me pide ser candidato a presidente, sería el más feliz del mundo", aseguró en declaraciones televisivas, dando relativa entidad a los trascendidos. Pero luego declaró sin apresurarse: "Donde me ponga el proyecto, o donde diga Cristina Kirchner que esté, voy a estar."
   El sueño  entrerriano  ya no es en tanto un sueño, el país mira de reojo a la provincia. O mejor dicho, miran a nuestro gobernador como uno de los posibles candidatos a suceder a Cristina Fernández. Entonces, ¿el sueño de los entrerrianos sigue siendo de todos los entrerrianos? ¿O es el sueño de un entrerriano?  Lo que soñaba Sergio Daniel Urribarri se empieza a convertir en realidad. Solo resta esperar cómo el escenario político se reorganiza para afirmar que los sueños pueden convertirse en realidad. Soñar no cuesta nada.

Urribarri 2015

Por Francisco Godoy


Si algo quedó claro luego de estas elecciones es quién manda en Entre Ríos. Incrementando un 3% su caudal de votos con respecto a lo obtenido en las PASO, Sergio Urribarri se consagró como indiscutible ganador este 27 de octubre, generando un escenario favorable para pensar en la conducción del país en 2015.
En las elecciones legislativas renovaron las bancas 127 diputados sobre un total de 257, y 24 senadores sobre un total de 72, cuyo mandato culmina el 9 de diciembre de este año. El oficialismo mantuvo la mayoría en ambas cámaras.
El Frente para la Victoria y aliados contaban con 123 de las 257 bancas que componen la cámara de Diputados. Luego de los comicios obtuvieron 47 bancas y ahora cuenta en total con 132, es decir que incrementó su bancada con 9 diputados. Por el contrario, son otros los partidos que, en términos proporcionales, arriesgaron en mayor medida sus niveles de representatividad, teniendo en cuenta que los diputados opositores lograron el acceso al Congreso en 2009, cuando el oficialismo no pasaba por un buen momento político.
La UCR, el Partido Socialista y aliados se hicieron con 36 bancas y ahora cuentan con un total de 54. El Frente Renovador y aliados, lograron 19 bancas. En el caso del PRO y aliados, obtuvieron 12 bancas y ahora cuentan con 18. La lista de izquierda representada por el FIT y el PO, estuvo a tan sólo 1,64% de alcanzar el caudal de votos del partido encabezado por Mauricio Macri, traducido en un 8.04%, sin embargo sólo consiguieron 3 bancas en la Cámara Baja y ninguna en la Alta.
De las 72 bancas que componen el Senado, el Frente Para la Victoria contaba con 32, de las cuales 11 debían ser renovadas. Luego de los comicios el oficialismo y sus aliados lograron obtener 14 bancas incrementando su representatividad en 38 estaños. Esto significa que mantendría a un tercio de los legisladores bajo su signo. Será la primera minoría. La UCR era el partido con mayor presencia, con 16 senadores, de los cuales cuatro llegan al final de su gestión. Junto a sus aliados obtuvo 3 bancas que le dan un total de 18 estaños. El peronismo opositor logró solo 1 banca. El PRO y sus aliados obtuvieron 3 bancas terminando con un total de 4.
El oficialismo se impuso en todos los departamentos de la provincia de Entre Ríos, logrando una amplia ventaja sobre Unión por Entre Ríos, mejorando los resultados de las PASO.
En una elección donde muchos intendentes y dirigentes departamentales midieron fuerzas pensando en 2015 y una eventual candidatura a gobernador, las elecciones fueron claves en el oficialismo teniendo en cuenta que varios presidentes municipales y dirigentes departamentales, aunque prefieren el perfil bajo, se preparan para dar batalla y exhiben los números como quien no quiere la cosa. Para Unión por Entre Ríos, que logró llevar al congreso nacional a Alfredo De Angeli y Cristina Cremer, los
comicios fueron un acto de consolidación, mejorando los números que habían obtenido en las PASO del 11 de agosto. Por el lado del radicalismo, las diferencias internas se hicieron sentir perdiendo el cargo a senador que se disputaban con el PRO. La UCR quedó muy mal parada en el escenario provincial.

El escrutinio definitivo no aportó novedades respecto del provisorio del domingo 27. En comparación con las primarias del 11 de agosto (cuando habían votado 783.538 personas) acudieron a sufragar 24.357 más.

Se confirmó un aumento del 3% de votos para el Frente Para la Victoria. En la categoría Senador sacó 46.24% de los votos y en la de Diputados 46.61%. En tanto Unión por Entre Ríos obtuvo 25.70% de votos en la categoría Senador y 23.43% en la de Diputados. El corte de boleta favoreció al chacarero Alfredo de Ángeli. La Nueva Izquierda fue una de las tres fuerzas que tuvieron un crecimiento en cantidad de votos en relación con las primarias de agosto: para la categoría Senador alcanzó 2.90% sobre 2.47% en las PASO y para la de Diputados 3.05% de sufragios.
Dos de las cinco fuerzas políticas que compitieron en el proceso electoral disminuyeron su caudal de votos: se trata de la UCR y del FAP.
El centenario partido había obtenido en agosto 20.88% de votos en la categoría Senador, mientras que ahora alcanzó el 19.81%. Lo mismo sucedió en la categoría Diputados, aunque perdió menos cantidad de votos: había sacado 21.59% el 11 de agosto y el 27 obtuvo 21.06%. Esto evidencia la mala situación por la que está atravesando el radicalismo, signado por internas que no le permiten crecer como la fuerza política que alguna vez supo ser.
En el caso del FAP, también hubo una disminución del caudal electoral en relación con las primarias: las suma de las tres listas que compitieron por esa fuerza en las internas del 11 de agosto para la categoría senador habían sumado 5.35% de votos, mientras que en agosto alcanzó el 7.90% de votos. Lo mismo sucedió para la categoría Diputado: mientras que en agosto el FAP había sumado el 8.37% de votos, en octubre la boleta que encabezó Américo Schvartzman llegó a los 5.85%.
Con la finalización del escrutinio definitivo se confirmó la cantidad de legisladores nacionales que cada fuerza llevará al Congreso de la Nación. Los representantes del Urribarrismo en el Congreso serán: en senadores Guillermo “Pemo” Guastavino, Presidente de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales y que además renueva su banca en el Senado y la Secretaria General y de Relaciones Institucionales de la Gobernación de Entre Ríos, Sigrid Kunath; mientras que por diputados serán el Ministro de Educación de la provincia, José Eduardo Lauritto, la directora de la Casa de Entre Ríos localizada en Buenos Aires, Carolina Gaillard, y el referente de la agrupación Martín Fierro, Jorge Barreto. Unión por Entre Ríos lleva a Cristina Cremer de Busti como diputada electa y a Alfredo De Ángeli como senador electo. Y la UCR lleva como representante al diputado electo Jorge D’Agostino. El FAP y la Nueva Izquierda, en tanto, no llevarán representantes entrerrianos al Parlamento.
Sobre su posible candidatura para presidente en 2015, Sergio Urribarri habló con el periodista de Página 12 Raúl Kollmann y expresó lo siguiente:
–¿Cómo queda el Frente para la Victoria después del domingo pasado?
–Queda bien. Nosotros venimos de hacer una gestión transformadora de diez años, no ha sido complaciente con los factores de poder. Al contrario los ha interpelado en forma permanente. Y pese a eso, no perdimos la mayoría en el Congreso, hemos aumentado la cantidad de legisladores y, lo más importante, es el tamaño de la montaña que tienen que escalar alguno de estos muchachos que se están candidateando a la presidencia. Hemos quedado bien, muy bien parados.

–¿Va a ser candidato presidencial?
–Mire, yo tengo la vocación de ayudar, de estar al servicio del proyecto donde el proyecto lo necesite. Pero dos años es muchísimo tiempo y yo confío en que Cristina se va a recuperar y tendremos dos años de una cantidad de nuevas transformaciones. Siempre tuve mucha prudencia y no me gustan los dirigentes que, olvidándose de la realidad o la racionalidad política, se apuran, creen que nacieron con un designio para ser presidentes. Yo voy a estar donde este proyecto me requiera. Pero no es sólo una candidatura. Antes uno tiene que demostrar una gestión exitosa y que modificamos la sociedad, tener un reconocimiento en esa sociedad. Repito: dos años en política es un siglo. La Presidenta va a jugar un papel decisivo en lo que tiene que ver con la candidatura presidencial. Diría mucho más. No sólo por lo que ha hecho en estos años, sino por lo que va a hacer en estos dos años próximos. Cristina va a ser, por lejos, la principal electora. Por lejos.
–Además, se dice que va entrar al gabinete nacional...
–No, son todas conjeturas periodísticas. Todas. No tuve ninguna llamada, ninguna conversación con ningún dirigente del Gobierno. Nadie me consultó ni me preguntó nada. Es todo periodístico. Y no voy a hacer ninguna especulación.

Si hay algo que caracteriza a Sergio Urribarri es su cercanía con la gente. Es habitual verlo caminar en los eventos, sacándose fotos y conversando con los vecinos. Ha sabido utilizar su gran carisma para hacerse apreciar, sumado claro a la excepcional gestión que viene llevando a cabo en la provincia, posicionándola entre las primeras en índices de crecimiento a nivel nacional.
Tal es su popularidad que la campaña previa a las elecciones del 27 estuvo concentrada íntegramente en su figura y no en la de los candidatos. Militantes del sueño entrerriano comentan la alegría y el amor con que la gente recibía las boletas azules en tiempos de campaña.
Hoy por hoy se presume que el “Pato” formará parte de la fórmula presidencial aunque aún no se conoce el orden de la misma. Por otro lado, su par bonaerense Daniel Scioli también está presto a disputar el máximo cargo político. Sólo resta esperar y ver qué ocurre en los próximos dos años, si el “Sueño entrerriano” finalmente se vuelve realidad o no.

viernes, 1 de noviembre de 2013

El Frente para la Victoria: construyendo imágenes

La era Néstor: el inicio de la “década ganada”

¿Dónde estaba usted? Susana, una docente jubilada cuenta que estaba tomando mate en familia mientras miraba la televisión, José, estudiante de ciencias económicas, disfrutaba de un asado con amigos y Damián, un  periodista recuerda que se encontraba regalando sus primeras palabras en una radio local, cuando le avisaron que iban a transmitir un importante discurso. Tenían varios años menos y según cuentan, muy poco interés en el universo político que los rodeaba. Pero en estos tres ejemplos quizás muchos se sienten identificados: ellos, como muchos, ese 25 demayo de 2003 escucharon esa voz que iba a cambiar el rumbo de nuestro país en los años siguientes: “Vengo a proponerles un sueño: quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal, quiero que seamos un país serio, pero, además, quiero un país más justo. Anhelo que por estos caminos se levante a la faz de la tierra una nueva y gloriosa Nación: la nuestra.” Era Néstor Kirchner, quien después de gobernar la remota provincia patagónica de Santa Cruz durante doce años pronunciaba sus primeras palabras como Presidente de los argentinos. ¿Pero cómo fue que creció la imagen del Néstor Kirchner, siendo éste un desconocido para la gran mayoría?
Néstor asume la presidencia en un contexto de profunda crisis
social y económica.
   El politólogo Marcelo Buiatti aclara que el kirchnerismo pretendía y lograba embanderarse en una larga tradición de luchas populares y una línea histórica que retoma, desde las gestas independentistas hasta la industrialización de mitad del siglo XX.  Es así, que el mayor exponente y líder del Frente Para la Victoria, que  había sido elegido por apenas el 22% delelectorado, quedando al mando del país a partir de la renuncia de Carlos Menem a la segunda vuelta; empieza a construir una imagen positiva a partir de la diferencia con los presidentes anteriores. Rompiendo protocolos y pronunciando discursos a favor de los Derechos Humanos y contra los actores de la última dictadura militar así como también con la implementación de políticas de inclusión para un sector de la población que se encontraba excluido de la sociedad, el entonces presidente logró elevar el índice de popularidad,  reflejado en el apoyo de grandes sectores de la sociedad
-Las consignas y los cambios originados durante la presidencia de Néstor,  en varios aspectos lograron llegar a una inmensa cantidad de minorías que fueron  identificadas o escuchadas a lo largo de estos años- reflexiona el periodista Damián Malatesta y aclara que esto permite explicar la simpatía de muchos argentinos por el gobierno.
    Asimismo la descompresión de una situación económica y social caótica y el mantenimiento de un ciclo económico expansivo han otorgado legitimidad a la gestión kirchnerista que se construyó también alrededor de medidas económicas comunicadas con una fuerte impronta nacionalista y distributiva.
-Los docentes siempre nos vamos acordar de él. Yo no tengo ninguna preferencia política pero no me voy a olvidar  de que recién asumido como presidente, vino y solucionó el problema de los gremios con el gobierno provincial- me cuenta Susana, una docente jubilada haciendo referencia al viaje que realizó el primer mandatario a nuestra provincia para resolver el conflicto docente.
   Fueron años donde el Frente para la Victoria se posicionó como una fuerza política de gran alcance con un marcado mensaje que lo ha diferenciado de las demás fuerzas.

La era Cristina: una nueva imagen para el electorado
   
Momento histórico en el cual Cristina Fernandez
realiza el cambio de mando de manos de su esposo
El 10 de diciembre de 2007, Cristina Fernández de Kirchner, acompañada por el ex gobernador radical de Mendoza, Julio Cobos; asumía como la primera Presidente electa de la Argentina con el 45,98% de los votos. La Asignación Universal por Hijo, el Matrimonio Igualitario, la re estatización de los fondos jubilatorios y Aerolíneas Argentinas, o la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, son algunos puntos salientes de la gestión de la primera argentina votada como Presidenta y la primera de América en lograr su reelección en el año 2011 con Amado Boudou como vicepresidente. Cristina Kirchner, había anticipado que su gobierno iba a servir para profundizar el camino iniciado por su marido. Claro que pocos preveían que esa profundización iba a provocar una fuerte crisis en el nuevo Gobierno en escasos meses. Durante el año 2008 se generó un conflicto social con el sector agropecuario por la denominada ley "125" lo que generó una ruptura social dividiendo el país en dos.
-Es un hecho determinante a nivel político el conflicto con el sector agropecuario porque la presidenta Cristina Fernández comenzaba su presidencia a partir de la construcción de una imagen política nacional que se despegara de su marido Néstor Kirchner.
   Esto se vio reflejado en las elecciones legislativas del año 2009 donde el oficialismo perdió la mayoría en el Congreso. El año 2010 encontraba al FPV perdiendo a su representante máximo: Néstor Kirchner fallecía  como consecuencia de un paro cardiorespiratorio. Con el dolor de haber perdido a su mentor, el FPV afrontó en esos meses posteriores la difícil tarea de la reconstrucción política de cara a las elecciones presidenciales de 2011. Cristina Fernández es reelecta con un resultado arrollador ganando por más del 54% de los votos.
La implementación de una postura que se diferencie de su antecesor, ha logrado que la imagen presidencial disminuya  quitándole al Frente Para la Victoria  performance electoral.
    Marcelo Buiatti, reflexiona que hay una degradación en la imagen del partido y los números se expresan en el paso de un 54% de votos que acompañaban al sector en 2011 a un porcentaje mucho menor que se pudo vivenciar en las PASO 2013, y además aclara:
-La enumeración de errores políticos o de gestión puede mencionarse como “Efecto Moreno”, responsable de innumerables intervenciones políticas y sumado a la desconfianza que genera el Indec, son pautas poco atractivas para el electorado.
Sin embargo, La mandataria nacional sigue liderando las estimaciones con una imagen positiva del 62,2%, un 17,9% de imagen regular y 17,4% de negativa según un estudio realizado por la consultora Equis entre el 20 y el 24 de Abril de 2013, pero que no se ve reflejado en las elecciones primarias.

Entre Ríos: un espejo fiel
   
   Dentro de un escenario de derrota a nivel nacional, las elecciones legislativas del pasado domingo dejaron como resultado a Entre Ríos como una de las provincias que mejor se posiciona ante el gobierno nacional.  Es que el Frente para la Victoria tuvo un duro revés al perder distritos importantes a nivel nacional pero ratificó su condición de primera fuerza nacional, tal como había ocurrido en las PASO y seguirá teniendo el quórum necesario en las cámaras de Diputados y de Senadores (Ver mapa de Elecciones entodo el territorio nacional).  En nuestra provincia el oficialismo, liderado por Sergio Urribarri desde el año 2007, logró imponerse, ratificando y mejorando los resultados obtenidos en las PASO.
    Es que el actual gobernador Sergio Urribarri logró instaurar la lectura del modelo kirchnerista y así ha generado el apoyo del sector privado y gremial. Esta idea de continuidad de la conducción actual  se ha traducido en un fuerte caudal de votos en las elecciones primarias y confirmadas el pasado domingo.
Urribarri consolida el modelo en la provincia de
Entre Ríos
    EL resultado de las  legislativas refleja que el oficialismo provincial logró una holgada victoria, superando por más de 20 puntos a la alianza Unión Por Entre Ríos (peronismo disidente y PRO) y dejando en tercer lugar a una UCR que no encuentra la forma para llegar al electorado. En senadores nacionales, la nómina encabezada por Pedro Guastavino y que llevó como primer candidato suplente al mismo gobernador Sergio Uribarri,  logró el 46,24%, seguido por la Alianza Unión por Entre Ríos con 25,70%, mientras que en tercer lugar quedó la Unión Cívica Radical con el 19,81% de los votos. En diputados nacionales, el escenario no varió demasiado: la principal lista del FPV, encabezada por el ministro de Educación Provincial, José Lauritto, también ganó con el 46,61% seguido por Unión Por Entre Ríos, y dejando en tercer lugar a la UCR.
   Las líneas  de construcción políticas pergeñadas por  el Gobernador Sergio Daniel Urribarri implican la acumulación por adentro del kichnerismo, pretendiendo ser heredero del mismo. Sin entrar en el debate si es heredable el kirchnerismo  se puede realizar un análisis de la situación actual del kirchnerismo provincial que, en gran medida lo que se quiere  es empujar a Urribarri hacia “arriba” y quizás explica un poco porqué en el último tramo, la campaña del Frente para la Victoria se centró en la imagen del gobernador, quien fue el único que apareció en el cierre de campaña, tanto en videos o afiches y dónde  los candidatos difícilmente dieron entrevistas y fueron borrados de los afiches.
    Es así que la estructura del kirchnerismo en Entre Ríos crece, la imagen del gobernador crece desde del interior de la provincia hacia todo el territorio nacional. En nuestra provincia los medios difunden actos de gobierno e inauguraciones de obras pero poco critican. La presencia del gobierno a través de la pauta oficial e incluso con la adquisición de algunos medios por parte de empresarios con tendencia oficialista, ha contribuido al bajo nivel de crítica que existe actualmente. Es el caso, por ejemplo, de El Diario de Paraná donde frecuentemente se pueden leer los éxitos del gobierno pero donde casi no se encuentran criticas; Ramiro Nieto, vinculado con el gobierno provincial es el dueño del 60% de las acciones del  El Diario y además titular de la firma VTS, uno de los encargados de las transmisiones de Fútbol para Todos, que se encarga, entre otras cosas, de las transmisiones del equipo paranaense que compite en la segunda categoría del futbol argentino.
    Todo movimiento que se haga dentro del Frente para la Victoria entrerriano está determinado con la mira apuntando a Urribarri y apostando a sus chances de presidenciabilidad.  El resultado del domingo pasado, ratifica lo logrado en las elecciones primarias y posiciona a la provincia con un candidato fuerte y con logros contundentes de cara a las elecciones del año 2015. Era una elección importante para la provincia, el mismo Urribarri, decía en el spot de cierre de campaña, que Entre Ríos se jugaba cosas importantes, que era una posibilidad histórica para la provincia, una posibilidad de liderar el país. Y el electorado respondió con creces las necesidades del gobernador. Necesitaba una victoria holgada, necesitaba mejorar la performance de las PASO, y lo hizo.

   No hubo sorpresas, y el partido a nivel provincia sigue soñando. Buenos Aires  mira y ve en nuestra provincia el apoyo al modelo. Ya nadie duda del “sueño entrerriano”,es una realidad que se presenta con resultados enormemente satisfactorios. Demuestra que en un contexto donde el oficialismo, ya no demuestra la fuerza contundente que lo caracterizaba en los inicios, derrotado en distritos importantes y donde la imagen de los lideres a nivel nacional decae, Entre Ríos se muestra como una de las provincias más fieles al modelo. Y entonces el sueño entrerriano está más cerca, ha crecido dentro de la estructura que tiene el partido a nivel nacional, y este resultado deja al gobernador abrir esa puerta hacia el 2015. Si el sueño entrerriano es de volar muy alto, ese sueño está cerca, pero falta y mucho, pero ya nadie duda de que esta cerca.

Los Guerreros del Nuevo Tiempo

Ritual.
Un tumulto de gente se apiña frente a una vieja casona. Agitan banderas y entonan estruendosos cánticos de guerra. Sus voces retumban, suenan como guerreros furiosos, capaces de hacer temblar al más bravo de los enemigos. Cubren sus cuerpos con una prenda negra, en cuyo centro se delinea, en trazos blancos y negros, un rostro. Sus uniformes los identifican como parte de un ejército particular. Una luz de alegría recorre sus jóvenes rostros. Se encuentran en medio de una celebración que perturba la monotonía de un mediodía sabatino, alumbrado por un cielo blanco que no deja ver el sol. El bombo compite codo a codo con las voces por hacerse oír. De repente, un llamado los convoca al interior del edificio y la celebración se traslada. A pesar de no ser chica, la casa está desbordada. En una pequeña sala se ha concentrado el carnaval. El volumen aumenta y el calor comienza a apretar los cuerpos, lo que parece enardecer a los jóvenes soldados. Lejos de disminuir, sus energías parecen aumentar. La casa vibra. El motivo de semejante algarabía es la conquista de un nuevo cuartel. En lo alto de la fachada del edificio, un cartel reza “Corriente Peronista Descamisados. Nacional, Popular y Revolucionaria”. Es 12 de octubre y se inaugura en Paraná una nueva casa de la militancia.
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En la muchedumbre de la pequeña sala se abre un espacio para dar lugar a los oradores que han venido desde distintos puntos para esta particular ceremonia. Entre ellos se encuentra Julian Froidevaux, referente de la Corriente Peronista Descamisados a nivel local; Marcelo Koenig, referente de la agrupación a nivel nacional; Sigrid
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Kunath, en aquel entonces candidata a senadora por el oficialismo en Entre Ríos; Jorge Barreto, candidato a diputado del urribarrismo; Blanco Osuna, intendenta de la ciudad de Paraná; Pedro Báez, ministro de Comunicación y Cultura; Julio Solanas, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio; Daniel Ruberto, diputado provincial; y el historiador y militante peronista Ernesto Jauretche. La presencia de tan diversas personalidades de la política deja ver la importancia que tiene la inauguración de una casa de militancia, un evento de este tipo no pasa desapercibido, es la conquista de un espacio, y la posibilidad de expandirse, de llevar a cabo las conquistas que faltan.


Trinchera.
En diálogo con Matías Podestá (18), referente de estudiantes secundarios, sostuvo que para que exista una casa de la militancia primero debe existir una agrupación política fuerte, que necesite un espacio propio y pueda sostenerlo económicamente. Una vez que estas condiciones existen podemos intentar explicar el significado de una casa de militancia. Para ello debemos tener en cuenta cinco ideas que son fundamentales: homenaje, formación, debate, compañerismo y organización.
Que este lugar de militancia sea una casa no es casual. Durante los ’70, la persecución que ejercían los militares sobre los militantes políticos, los obligaba a reunirse clandestinamente. Estos lugares de reunión solían ser las casas de los mismos militantes, que dejaban de ser hogares para convertirse en focos revolucionarios, puntos estratégicos de batalla donde se organizaba la resistencia. Y esta idea es retomada en la actualidad por las agrupaciones militantes juveniles, ya no desde la clandestinidad pero si manteniendo la característica de ser puntos estratégicos de organización. Por eso se puede pensar la casa de la militancia como un homenaje a los militantes setentistas que ofrecían sus casas, sabiendo el riesgo que esto implicaba, para gestar una lucha en la que no solo creían sino por la que estaban dispuestos a entregar sus propias vidas.
La existencia del espacio de debate es clave en la militancia política. Si no hay discusión de ideas no hay enriquecimiento intelectual, y el conocimiento se vuelve doctrinario. Es muy importante poner en cuestión los temas que generen discordias para detectar el mejor camino a seguir, para poder creer en ello y por supuesto para poder defenderlo a capa y espada. De no haber debate, las diferentes opiniones que no encuentren resolución o al menos acuerdo, corren el riesgo de ser generadores de rupturas dentro de la organización y es allí donde se debilita. El debate es fundamental para una organización y uno de los espacios en que se da es la casa.
Para el buen funcionamiento de una organización política fuerte es importante que exista el compañerismo, la unión entre los participantes refuerza la cohesión y por supuesto la militancia, además de hacer más agradable las actividades grupales. Cada participante tiene su propia historia personal y lógicamente tiene una vida por fuera de la militancia. La casa es entonces un lugar donde esas vidas son compartidas entre los miembros de la organización, es lo que los hace diferentes, y en el reconocimiento de esas diferencias es donde se van conociendo, las diversas realidades e historias de vida, y en este conocerse mutuamente se van enriqueciendo, aprenden, comparten. Por eso la casa también es un lugar donde se comparten risas, llantos, charlas, comidas, ideas, que van construyendo en la organización un lugar de pertenencia, un lugar que el militante siente como propio, y a la vez, como colectivo, se identifica a sí mismo y a sus compañeros, deja de ser un individuo para ser parte de algo más grande, algo en lo que cree y defiende.
Otra función que cumple este bastión es el de brindar un espacio para la formación. Es habitual encontrar en las casas militantes bibliotecas con textos representativos de la correspondiente ideología, así como textos de historia y demás libros que puedan aportar al funcionamiento de la agrupación. También es un espacio de formación de cuadros y esto puede prestar a la confusión de una casa con una unidad básica. Éstas surgen durante el primer período del peronismo y su función era exclusivamente social, se enseñaba a leer, escribir, utilización de elementos de trabajo, etc. Hoy por hoy las condiciones sociales han cambiado así como también la función de las unidades básicas. En la actualidad también encontramos en ellas bibliotecas, se siguen formando los cuadros pero también es un lugar estratégico de contención social, donde el vecino puede acercarse con sus inquietudes, donde los militantes puedan formarse, los hijos de vecino encuentren apoyo para continuar estudiando y un espacio donde comiencen a transitar su vida política. También es un lugar de intercambio, desde allí se organizan actividades barriales recreativas para lograr una articulación entre la política y el barrio. Es decir, la unidad básica es un lugar estratégico de militancia sectorizada. Y esta es la principal diferencia con las casas de militancia, que son lugares de organización. Los militantes pertenecientes a una agrupación se encuentran formados y o bien están en proceso de formación, y su radio de acción no se circunscribe en los alrededores de la casa, sino que trabajan desde sus lugares de pertenencia, es decir, la escuela, la universidad, el barrio en el que viven. La importancia de la casa se hace notoria cuando vemos que la militancia de estos jóvenes está dispersa. Es fundamental la coordinación del trabajo para lograr resultados efectivos y para ello es necesario un espacio en el que se puedan llevar a cabo los cinco puntos mencionados: debate, formación, homenaje, compañerismo y organización.


Insurrecciones.
Un logro indiscutible del kirchnerismo es el retorno de la juventud a la participación política. Pero tratar de identificar como se logra esto es una ardua tarea.
Desde antes de 1976, las intenciones de acallar las diferentes voces se hacían notar con la Triple A. Luego, la dictadura militar se encargó de reprimir, perseguir y silenciar todo tipo de militancia juvenil a fuerza de balas, torturas y desapariciones. Una vez terminado este proceso en 1983, la democracia retorna pero la militancia juvenil había sido sesgada. El “vos no te metás” había echado raíces y la participación era algo peligroso, los padres temían por la seguridad de sus hijos y trataban de evitar que se metieran en política. Aunque la dictadura y las desapariciones habían terminado, durante muchos años el grueso de la juventud permaneció al margen de la militancia. Y esto no sólo era correlato de la represión, sino que además se le sumaba la falta de identificación con un proyecto político integrador. Y la persona que entendía esto a la perfección era Néstor Kirchner. Él, que había resistido la dictadura, que siendo un joven militante estuvo en la clandestinidad, tenía una visión tan clara del panorama que se estaba atravesando y sabía perfectamente hacia donde quería dirigir el rumbo del país. Y esto lo plasma en su discurso de asunción el 25 de mayo de 2003:
“…nos planteamos construir prácticas colectivas de cooperación que superen los discursos individuales de oposición. […]
[…] Concluye en la Argentina una forma de hacer política y un modo de cuestionar al Estado. Colapsó el ciclo de anuncios grandilocuentes, grandes planes seguidos de la frustración por la ausencia de resultados y sus consecuencias: la desilusión constante, la desesperanza permanente.
[…] Ningún dirigente, ningún gobernante, por más capaz que sea, puede cambiar las cosas si no hay una ciudadanía dispuesta a participar activamente de ese cambio. Desarmado de egoísmos individuales o sectoriales, las conciencias y los actos deben encontrarse en el amplio espacio común de un proyecto nacional que nos contenga, un espacio donde desde muchas ideas pueda contribuirse a una finalidad común.
[…] Este proyecto nacional que expresamos, convoca a todos y cada uno de los ciudadanos argentinos y por encima y por fuera de los alineamientos partidarios a poner mano a la obra de este trabajo de refundar la patria.
[...] Vengo, en cambio, a proponerles un sueño: reconstruir nuestra propia identidad como pueblo y como Nación; vengo a proponerles un sueño que es la construcción de la verdad y la Justicia; vengo a proponerles un sueño que es el de volver a tener una Argentina con todos y para todos. Les vengo a proponer que recordemos los sueños de nuestros patriotas fundadores y de nuestros abuelos inmigrantes y pioneros, de nuestra generación que puso todo y dejó todo pensando en un país de iguales. Pero sé y estoy convencido de que en esta simbiosis histórica vamos a encontrar el país que nos merecemos los argentinos.
Vengo a proponerles un sueño: quiero una Argentina unida, quiero una Argentina normal, quiero que seamos un país serio, pero, además, quiero un país más justo.”
Con este discurso Néstor marca el camino que seguirá su gobierno y con sus acciones poco a poco va llamando la atención de jóvenes que en el 2001 vieron el caos, la desesperanza, la angustia, la ausencia total de contención por parte del Estado y la política. Comienzan a ver una luz de esperanza en el gobierno de Néstor, comienzan a encontrarse. El sueño que viene a proponer Néstor no es un sueño individual, es colectivo, el sueño de muchos argentinos que estaban hartos, que no se hallaban, que no se identificaban. Propone la construcción conjunta, el reconocimiento de las voces que estaban acalladas. Se da cuenta que la brutal represión de 2001 no puede volver a ocurrir y esto abre espacios para todos los que quieran ser oídos y garantiza que no serán acalladas. En este marco las diferentes voces comienzan a hacerse oír y las juventudes de distintos espectros sociales comienzan a tener una participación que les había sido negada no solamente desde lo físico sino también desde el discurso. El efecto de adormecimiento producido por la dictadura ve su fin en 2003. Y hoy a 10 años de este discurso que sembró las semillas de la esperanza y la participación, vemos los frutos traducidos en participación social. Que los jóvenes puedan votar a los 16 años no es casual, fue una conquista de la juventud que se hizo sentir, que dijo “acá estamos, queremos decidir, queremos participar”. La proliferación de centros de estudiantes secundarios y la sanción de una ley que los proteja no son hechos casuales, y mucho menos la cantidad de nuevas casas de militancia que han abierto sus puertas en esta última década. Todo esto forma parte de un proyecto de país, aquel que tenía Néstor en 2003, y que hoy continúa Cristina, cuya columna vertebral hoy es la juventud. No hay acto militante en que los jóvenes no sean los grandes protagonistas y esto tampoco es casual. Hay un convencimiento. La juventud cree, volvió a creer y va a luchar con uñas y dientes para que nunca le arrebaten aquello que ha conquistado. Se han convertido en los guerreros del nuevo tiempo.